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jueves, 14 de mayo de 2015

Lomo de cerdo al horno

Hoy os traigo una receta de lomo de cerdo al horno, un plato muy sencillo de elaborar con el que se obtiene una carne sumamente sabrosa y tierna. De entre todas las posibles formas de cocinar esta parte del cerdo, la cocción al horno es una de las que mejores resultados da, puesto que respeta al máximo las cualidades de la carne, sobre todo en lo que se refiere a jugosidad. Jugando con las temperaturas, tanto la de horneado, como la temperatura interna que registra la pieza, podemos obtener distintos resultados. Al final de la receta, en el apartado de anotaciones y consejos, os hablo un poco más a cerca del tema de la temperatura.

Una de claves para obtener una carne llena de sabor es acompañarla, durante el horneado, de distintos ingredientes, entre los que destacan; el aceite, las especias, las hierbas aromáticas, los zumos de cítricos (naranja, limón, lima, etc), la miel o los distintos siropes vegetales, etc. Probad a hacer todo tipo de combinaciones. Personalmente me encanta añadir a la mezcla alguno de los ingredientes dulces mencionados, como la miel, ya que aportan un contraste de sabor delicioso

Ingredientes [Para 4 personas]:

  • Lomo de cerdo - 1 kilo
  • Salsa de mostaza - 2 cucharadas grandes
  • Miel - 2 cucharadas grandes
  • Sal - al gusto
  • Pimienta negra - al gusto
  • Dientes de ajo - 4 unidades
  • Zumo de naranja - 200 mililitros
  • Aceite de oliva - 1 cucharada grande 

Elaboración de la Receta

  1. En primer lugar, pelamos los dientes de ajo, los cortamos por la mitad y los echamos en el mortero. Machacamos éstos hasta que queden reducidos a trozos pequeños.
  2. Añadimos al mortero la mostaza y la miel. Mezclamos con la ayuda de una cuchara para que todos los ingredientes se integren dando lugar a una salsa de textura basta.
  3. A continuación, añadimos un poco de zumo de naranja y mezclamos. Reservamos.
  4. Cogemos nuestra pieza de lomo y la salpimentamos por ambos lados.
  5. Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén. Cuando esté caliente, introducimos la pieza de lomo y la cocinamos por todos lados hasta que coja un bonito color dorado. No se trata de cocinarla para que se haga por dentro, simplemente la marcamos para sellarla y que coja un poco de color.
  6. Precalentamos el horno a 170ºC.
  7. Una vez que hemos sellado la carne, la ponemos en una fuente para horno y la regamos con el contenido del mortero. Echamos también en la fuente el resto de zumo de naranja.
  8. Llevamos la fuente al horno y horneamos, a 170ºC, durante, aproximadamente, 75 minutos. Si tenéis un termómetro con sonda, lo ideal es que controléis la temperatura interna de la carne. Cuando ésta alcance los 60-62ºC ya está lista. Durante el horneado, sacamos la fuente del horno cada 15 ó 20 minutos, le damos la vuelta a nuestra pieza de lomo y la regamos con el caldo de la fuente.
  9. Una vez que nuestro lomo está cocido, lo sacamos del horno y lo cortamos en finas lonchas que servimos de inmediato.

Anotaciones y Consejos

Si no tenéis miel, o, sencillamente, no os gusta, podéis sustituirla por algún tipo de sirope vegetal, como el de ágave, o el de arroz, o por un poco de melaza de caña.

Os recomiendo que exprimáis en casa naranjas, ya que los zumos comerciales no tienen nada que ver en sabor con el jugo de una naranja recién exprimida. Si no tenéis más remedio, y hacéis uso de zumo comercial, es aconsejable disminuir un poco la cantidad de endulzante (miel o sirope) de esta receta ya que los zumos comerciales suelen llevar azúcar.

Marcando la pieza de lomo en la sartén se consigue que su superficie quede relativamente sellada, lo que disminuye la pérdida de los jugos del interior de la pieza, por lo que ésta queda mucho más sabrosa. En cualquier caso, podéis prescindir de este paso y poner el lomo directamente en el horno.

Una de las claves para que este lomo quede muy jugoso es hornearlo a una temperatura suave. Nosotros hemos cocinado la pieza a 170ºC, si tenéis tiempo, podéis cocinarlo a menor temperatura. No os aconsejo que, para ganar tiempo, aumentéis la temperatura, ya que el resultado será una carne más seca.

La mejor manera de controlar el punto de cocción es haciendo uso de un termómetro con sonda. Si queréis obtener una carne con un interior muy rosado, os aconsejo que la retiréis del horno cuando el interior de la pieza registre una temperatura de 55ºC. Si, por el contrario, os gusta más hecha, retiradla cuando alcance los 60ºC, punto en el que aún mantendrá un ligero tono rosado.


 

 



Alitas de pollo al horno con salsa barbacoa

Cuando de tanto en tanto visito algún restaurante de comida rápida, suelo pedir alitas de pollo fritas. No están mal, pero, como dice un buen amigo; "ni el mejor plato del mejor restaurante del mundo puede superar a un plato casero hecho con amor". No recuerdo si la cita es exacta, pero la idea sí que es esa. Yo estoy totalmente de acuerdo con él. Cuando cocinamos en casa elegimos nosotros los ingredientes, y somos igualmente conocedores del proceso que hemos seguido. Si partimos de buenos ingredientes, y de una receta adecuada, el éxito está asegurado. Aunque, al principio, no seamos muy diestros en las artes culinarias, el amor que pongamos en las elaboraciones suplirá con creces esas carencias de conocimientos, que, con el tiempo, acabarán llegando.

En la receta de hoy, les propongo una versión de las alitas de pollo fritas que podemos encontrar en diversos locales. En este caso me he decantado por hacerlas al horno, porque así obtenemos un plato mucho más saludable que si las freímos en aceite. Además, he usado una de las recetas de salsa barbacoa que, desde mi punto de vista, es casi insuperable, y que deja en la estacada a cualquier salsa comercial que podáis encontrar. La receta  de dicha salsa es muy sencilla de elaborar, prácticamente solo hay que mezclar unos pocos ingredientes, cocerlos un poco y ya. Lo demás, embadurnar el pollo y hornearlo, es aún más sencillo. Por lo tanto, este es un claro ejemplo de que hacer versiones caseras de platos de restaurante no tiene por qué significar pasar horas en la cocina.
Si queréis dar un valor añadido a este plato, os sugiero que acompañéis estas alitas de unas patatas al horno, un poco de verdura a la plancha, o lo que os apetezca.


Ingredientes [Para 2 personas]:

  • Alas de pollo - 6 unidades
  • Ketchup - 225 gramos
  • Zumo de naranja - 100 ml
  • Miel - 75 gramos
  • Salsa de soja - 1/2 cucharada grande
  • Ajo en polvo - 1/2 cucharada grande
  • Cebolla en polvo - 1/2 cucharada grande
  • Jengibre - 1/2 cucharada grande
  • Vinagre - 40 ml
  • Azúcar - 50 gramos  

Elaboración de la Receta

  1. Vamos a comenzar con el alma de estas alitas; la salsa. Su elaboración no puede ser más sencilla. Cogemos un cazo y echamos todos los ingredientes de la receta (menos las alitas!!). Mezclamos bien y llevamos el cazo al fuego. Calentamos hasta que la salsa rompa a hervir. En ese momento, cocinamos a fuego medio durante, aproximadamente, 30 minutos o hasta que la salsa espese. Es importante que vayamos removiendo la salsa regularmente. Una vez que está bien espesita retiramos de la fuente de calor y dejamos que se enfríe.
  2. Mientras que la salsa se enfría, quemamos los restos de pequeñas plumas que puedan quedar en las alas. Para ello, podemos ayudarnos de un soplete de cocina, o, si disponéis de una cocina de gas, podéis encender uno de los fuegos y pasar con cuidado por encima las alas para quemar las plumas.
  3. A continuación, cogemos un cuenco de base ancha, o una fuente, y ponemos un poco de salsa barbacoa en el fondo. Colocamos dentro las alitas de pollo y las embadurnamos con un poco de la salsa barbacoa. Reservamos una parte de ésta para servirla junto con las alitas ya horneadas por si queremos añadirles un extra de salsa en el momento de comerlas, o por si queremos poner la salsa sobre unas patatas fritas con las que acompañar este plato.
  4. Una vez que hemos untado las alas, tapamos el cuenco con un plástico y dejamos que las alas reposen durante, al menos, una hora. Si las dejáis macerar en la nevera durante toda la noche el resultado será aún mejor. En ese caso, sacaremos el cuenco de vez en cuando para girar las alas y que se impregnen bien con la salsa.
  5. Unos 20 minutos antes de hornearlas, ponemos el horno a precalentar a 200º C.
  6. Para hornearlas, ponemos las alas sobre una fuente para horno. Las colocamos bien extendidas, para que no se toquen y se doren por todos lados.
  7. Metemos la fuente en el horno y horneamos, a 200º C, durante 30 minutos. Si deseamos obtener un dorado uniforme sacamos la fuente del horno cuando hayan transcurridos 15 minutos y giramos las alitas.
  8. Una vez que estén bien doradas, las sacamos del horno y las servimos de inmediato con un poco de la salsa que tenemos reservada.

Anotaciones y Consejos

Si queremos rentabilizar el gasto energético que implica encender el horno, podemos aprovechar para hornear unas patatas que nos servirán como un magnífico acompañante para estas alitas.

En mi opinión, el mejor momento para degustar este plato es recién hecho, con el paso de las horas la calidad gustativa del mismo va empeorando.


 

 


lunes, 11 de mayo de 2015

bizcocho de naranja

El bizcocho, o también llamado bizcochuelo, es un tipo de masa muy usada en repostería para elaborar gran cantidad de productos, como tortas, pasteles o tartas. Entre los ingredientes principales tenemos los huevos, la harina y el azúcar, aunque también es habitual hacer uso de algún elemento graso como puede ser el aceite de girasol. En nuestro recetario podéis encontrar una gran variedad, como nuestro bizcochuelo marmolado con chocolate o nuestro original bizcocho de chocolate sin harina.

Estos dulces se elaboran de manera sencilla, haciendo uso de ingredientes al alcance de cualquiera. Con la intención de que conozcáis algunos aspectos importantes de la elaboración de cualquier bizcocho, os invitamos a que echéis un vistazo a nuestro artículo; "Consejos para elaborar el bizcocho perfecto", en el que os damos algunas recomendaciones que os vendrán muy bien para obtener un magnífico resultado.

En la receta de hoy os proponemos un bizcocho de naranja. A diferencia de otras recetas, en las que solo se usa la ralladura de la naranja, aquí vamos a usar la naranja entera, sin pelar. Esta receta se la vi hacer por primera vez a mi madre. Mi padre tiene un pequeño huerto con naranjos, mandarinos, pomelos y limoneros. Desde finales de octubre hasta bien entrado el verano en casa de mis padres no faltan las naranjas, así que mi madre aprovecha estos meses para elaborar todo tipo de dulces en los que los cítricos ocupan un lugar muy destacado. Recuerdo que de niño en casa siempre había un grueso bizcocho de naranja o limón, elaborados ambos de manera muy similar al de la receta que a continuación iniciamos.

Ingredientes [Para 8 personas]:

  • Harina de trigo - 300 gramos
  • Azúcar - 235 gramos
  • Huevos - 3 unidades
  • Naranja - 1 unidad
  • Levadura - 5 gramos
  • Sal - una pizca
  • Aceite de girasol - 90 gramos
  • Nata líquida - 100 gramos

Elaboración de la Receta

  1. En primer lugar, lavamos muy bien la piel de la naranja y, tras quitarle los extremos, la cortamos en trozos. Ponemos éstos en el vaso de la batidora eléctrica.
  2. Añadimos una pizca de sal, la nata líquida y el aceite de girasol.
  3. Trituramos hasta obtener un puré fino.
  4. Cascamos los huevos y los echamos en un cuenco grande.
  5. Añadimos al cuenco el azúcar.
  6. Con el accesorio de varilla de la batidora eléctrica, batimos ambos ingredientes hasta obtener una mezcla espumosa.
  7. A continuación, incorporamos, poco a poco, los ingredientes que tenemos en el vaso de la batidora, mientras que continuamos batiendo para que se incorporen a la mezcla.
  8. Mezclamos en un cuenco la harina y la levadura química.
  9. Con la ayuda de un colador, tamizamos la harina directamente en el cuenco donde tenemos los ingredientes líquidos. Incorporamos la harina poco a poco. Con un batidor de mano, realizamos movimientos envolventes para que la harina vaya siendo absorbida.
  10. Ponemos el horno a calentar a 180ºC.
  11. Una vez que hemos incorporado toda la harina, untamos con aceite de oliva un molde para horno. Para ello, podemos ayudarnos de una servilleta de papel de cocina. Nosotros hemos usado un molde de 23 centímetros de diámetro. Tras untarlo con aceite, lo espolvoreamos con una fina capa de harina. Sacudimos el molde para retirar el exceso de harina.
  12. Con la ayuda de una espátula, vertemos la masa en el interior del molde.
  13. Llevamos al horno y horneamos, a 180ºC, durante 40 minutos o hasta que el bizcocho esté cocido. Para comprobar el punto de cocción, pinchamos con un palillo, si al retirarlo no se aprecian restos de masa, nuestro bizcocho está listo, si, por el contrario, hay restos, debemos prolongar la cocción unos minutos más.
  14. Cuando el bizcocho esté cocido, lo sacamos del horno y, sin desmoldarlo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.
  15. Una vez que esté frío, ya podemos desmoldar y servir.

Anotaciones y Consejos

Para esta receta os recomiendo que intentéis conseguir naranjas de cultivo ecológico. Las naranjas de cultivo convencional son sometidas a numerosos tratamientos fitosanitarios en los que se aplican diversos pesticidas. En la piel de la naranja se acumulan residuos de estos productos. En el caso de los productos de agricultura ecológica, la fruta está libre de estos pesticidas de síntesis química.

Siguiendo los mismos pasos, pero sustituyendo la naranja por otros cítricos, como limón, lima, kumquat, mandarina, etc, podemos preparar otros deliciosos bizcochos.

 

 

 

 



Pasta carbonara casera

El plato que traemos hoy es típico de la región del Lacio, en Italia, y más concretamente de la ciudad de Roma. La carbonara original consiste en un plato elaborado a  base de huevos, panceta, queso, pimienta negra y aceite de oliva. Con estos ingredientes se prepara una guarnición que suele ser el acompañante de diversos tipos de pasta. Aunque según los más puristas la carbonara no lleva nata, hay numerosas versiones en las que sí se incluye, obteniendo así una crema de textura más cremosa y con más cuerpo.

Ingredientes [para 2 personas]:

  • Tallarines - 250 gramos 
  • Huevo - 1 unidad 
  • Yema de huevo - 1 unidad 
  • Bacon - 150 gramos 
  • Aceite de oliva - 3 cucharadas grandes
  • Sal - al gusto 
  • Queso rallado - 40 gramos 
  • Pimienta negra - al gusto     

Elaboración de la Receta 

  1. En primer lugar, calentamos, a fuego medio, un poco de aceite en una sartén. 
  2. Cuando el aceite está caliente, echamos el bacon y cocinamos hasta que se dore un poco. Retiramos de la sartén y reservamos.
  3. En un olla mediana, ponemos a calentar un poco de agua con una pizca de sal. Cuando el agua rompa a hervir, echamos la pasta y cocinamos entre 12 y 15 minutos. El tiempo de cocción dependerá del tipo de pasta. Lo normal es que el tiempo adecuado venga expresado en el envase. 
  4. Una vez que la pasta esté en su punto, la ponemos a escurrir y reservamos. 
  5. En un cuenco, batimos el huevo con una pizca de sal. Añadimos la yema del otro huevo y continuamos batiendo. A continuación, echamos en el cuenco el queso rallado y una pizca de pimienta negra molida. Mezclamos bien. 
  6. Ponemos a calentar de nuevo la sartén en la que hemos cocinado el bacon. Añadimos la pasta y la mezcla de huevo y queso. Cocinamos durante unos pocos minutos, hasta que el huevo cuaje.
  7. Añadimos a la sartén el bacon que tenemos reservado y cocinamos durante un par de minutos. 
  8. Retiramos la sartén del fuego y servimos inmediatamente. 

Anotaciones y Consejos

Para elaborar este plato podemos usar cualquier tipo de pasta, simplemente debemos tener en cuenta los tiempos de cocción.

Si lo deseamos, podemos añadir también un poco de nata líquida, con lo que conseguiremos un plato con un extra de cremosidad.

 

 



patatas ala sidra

La patata se compone básicamente de un 75% de agua (porcentaje que puede oscilar según la variedad), en torno al 20% de almidón, entre el 1 y 2% de fibra en forma de celulosa y un 0,15% de componentes grasos. Los carbohidratos son el componente más importante de este tubérculo, llegando a estar presente en un porcentaje del 80% de la materia seca. Además, es muy destacable la presencia de vitamina C. En este sentido, el consumo de unos 300 gramos de patata cocida nos aportan en torno al 75% de las necesidades diarias de vitamina C. En cuanto a su aporte calórico, esos mismos 300 gramos suponen un 8% de calorías. En resumen, consumiendo patatas estamos introduciendo en nuestro organismo una buena cantidad de hidratos, proteínas, vitaminas del complejo B e importantes minerales como en fósforo y el hierro.

Este tubérculo, que llegó a Europa procedente de Sudamérica, se ha ido abriendo poco a poco paso en las cocinas de medio mundo, siendo en la actualidad uno de los productos estrella de la cocina mediterránea. 

Ingredientes [Para 4 personas]:

  • Cebolla mediana - 1 unidad
  • Puerro - 2 unidades
  • Patata - 600 gramos
  • Calabacín - 3 unidades
  • Zanahoria - 2 unidades
  • Manzana - 1 unidad
  • Nata líquida - 250 mililitros
  • Sidra - 250 mililitros
  • Caldo verduras - 250 mililitros
  • Aceite de oliva - 3 cucharadas grandes
  • Sal - al gusto
  • Pimienta negra - al gusto
  • Perejil - 1 cucharada grande

Elaboración de la Receta

  1. Pelamos la cebolla y la picamos finamente. Si usáis cebollas pequeñas, como en nuestro caso, debéis picar dos unidades.
  2. Ponemos a calentar aceite de oliva en una olla. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla picada. Cocinamos a fuego medio para que se vaya ablandando.
  3. Mientras tanto, pelamos las zanahorias y las cortamos en trozos pequeños. Añadimos éstos a la olla.
  4. Lavamos y picamos finamente los puerros. Los incorporamos a la olla.
  5. Con la ayuda de un pelador, retiramos la piel a los calabacines. Quitamos los extremos y cortamos el resto en trozos medianos. Seguidamente, los añadimos al guiso.
  6. Pelamos las patatas y las cortamos en tacos gruesos. Echamos éstos a la olla.
  7. Pelamos la manzana, la descorazonamos y cortamos su carne en trozos de tamaño mediano. Ponemos en la olla.
  8. Por último, añadimos la sal, la pimienta, el caldo vegetal, la nata líquida y la sidra. Removemos bien y cocinamos a fuego medio, manteniendo un hervor moderado, hasta que las patatas estén tiernas, lo que puede llevarnos unos 20-25 minutos.
  9. Mientras el guiso se cocina, quitamos los tallos más gruesos al perejil y picamos sus hojas finamente.
  10. Cuando las patatas estén listas, añadimos a la olla el perejil picado y removemos para que éste se distribuya uniformemente.
  11. Nada más incorporar el perejil, retiramos la olla del fuego y servimos.

Anotaciones y Consejos

Os recomiendo que para preparar esta receta elijáis patatas viejas, ya que dotarán de mayor cuerpo a este plato.

Si podéis conseguirla, os aconsejo usar sidra natural no carbonatada, muy superior en sabor.

 

 


domingo, 10 de mayo de 2015

Espagueti en salsa boloñesa casera. Receta Italiana

 

 

 Espagueti en salsa boloñesa casera


He de reconocer, que la salsa boloñesa me encanta. Además de funcional, puede combinarse con un gran tipo de pastas. Los espagueti con salsa boloñesa es un plato que te dejará saciado y un buen sabor de boca gracias a la intensidad de sus sabores.

Es una receta de cocina algo laboriosa pero no por ello complicada, simplemente debes ser paciente y procurar seguir bien los pasos, especialmente aquellos en los que tengas que esperar a fuego lento que el vino o la leche se evaporen por sí solos mientras que impregnan a la carne de su sabor.

INGREDIENTES [4 comensales]:


  • Espaguetis - 400 gramos
  • Carne picada de cerdo, ternera o mixta - 400 gramos
  • Tomates (recomendado tomates pera) - 800 gramos
  • Cebolla - 200 gramos
  • Zanahoria - 2 unidades
  • Vino tinto o blanco - 120 mililitros
  • Leche - 120 mililitros
  • Aceite de oliva - 15 cucharadas
  • Sal - al gusto
  • Pimienta - al gusto
  • Nuez Moscada - al gusto


ELABORACIÓN DE LA RECETA


Ponemos una cazuela con agua y calentamos, cuando rompa a hervir introducimos la zanahoria pelada unos 15 minutos para que se cueza.

Picamos la cebolla y la echamos en una sartén con el aceite de oliva. Cuando se poche la cebolla (cuando esté translúcida) añadimos la cerne picada y procuramos separarla bien con ayuda de una cuchara de madera. Echamos una pizca de sal y dejamos que la carne y la cebolla lleguen a dorarse.

Si la carne y la cebolla se han dorado, es el momento de verter el vino (tinto o blanco) hasta que se evapore por completo. Una vez evaporado el vino añadimos la leche, un poco de nuez moscada y pimienta y dejamos a fuego muy suave para que la carne coja el gusto, aproximadamente 20 minutos.

Mientras que la leche se rebaja, pelamos los tomates y los troceamos, juntamos junto a la zanahoria cocida troceada. Una vez se haya reducido casi del todo la leche, añadimos la zanahoria y el tomate troceados y dejamos a fuego lento para que la salsa se haga durante otros 20 minutos aproximadamente.

Cocemos los espagueti al dente, recuerda, justo antes de que nos queden muy blandos, con algo de firmeza pero no duros. Dejamos escurrir.

Servimos en un plato y añadimos salsa muy generosamente y mezclamos. Plato listo para saciar nuestro apetito!

ANOTACIONES Y CONSEJOS


Si te gusta añadir queso rallado a la pasta, te aconsejo que lo hagas con queso parmesano, mezclado con lasalsa boloñesa le dará un toque intenso a la receta.

Salsas Madre

Para poder ser un conocedor de salsas, debes considerar que estas derivan de seis salsas madres (según Escoffier). Y si las dominamos a la perfección, podremos hacer infinidades de preparaciones, aquí te traemos las salsas madres y claro, algunas de sus derivadas.

cocina pop up

Conocen la tendencia de cocina pop up?
Esta tendencia tiene ya algo de tiempo en New York y otras partes del mundo, pero en México tiene pocos meses que se iniciaron.
Cocina pop up, es una nueva forma de presentar cocina de autor para un grupo reducido de personas, generalmente de 15 a 20. Al apartar su lugar los comensales no son avisados del lugar en donde se hará la cena si no hasta un par de días antes o incluso el mismo día del evento. La cede de estas cenas puede ser cualquier casa o departamento o incluso parques o lugares un poco mas fuera de lo común. La idea es llevar a un grupo reducido de comensales a una experiencia de restaurante itinerante, algo parecido al estilo de food trucks, sin el camión claro.

Flan sencillo de chocolate blanco

En esta receta se combinan dos de las propiedades que hacen de este postre algo único; por un lado, la deliciosa textura cremosa que se deshace en la boca, por otro lado, el delicioso sabor que se logra con la mezcla de chocolate blanco y huevo. Además, esta es una receta de muy fácil elaboración, con la que estamos seguros de que obtendrás unos flanes caseros que superan con creces a cualquier preparacion comercial

INGREDIENTES [para 2 personas]:

  • Huevos - 3 unidades
  • Azúcar - 3 cucharadas
  • Leche - 250 mililitros
  • Chocolate blanco - 100 gramos
Para el caramelo:
  • Azúcar - 50 gramos
  • Agua - 62 mililitros
  • Zumo de limón - unas gotas    

ELABORACIÓN DE LA RECETA

  1. En primer lugar, vamos a preparar el caramelo. Para ello; vertemos en una olla las gotas de limón y el azúcar. Es conveniente que la olla que usemos tenga un fondo robusto, factor que será decisivo para que nuestro caramelo se forme con facilidad. Calentamos a fuego medio. Cuando empiece a formarse el caramelo líquido, echamos el agua hirviendo poco a poco, y no dejamos de remover. Mantenemos en el fuego hasta que adquiera la consistencia que deseemos. Hay que prestar atención al color y cortar la cocción antes de que adquiera un tono muy oscuro. Es recomendable que nos quede bastante líquido, ya que espesará al enfriar.
  2. Cuando el caramelo esté listo, vertemos un poco en el fondo de los moldes. Reservamos.
  3. A continuación, preparamos los flanes. En un cuenco, echamos los huevos y el azúcar. Con la ayuda de unas varillas, batimos bien hasta obtener una mezcla espumosa.
  4. Partimos en trozos el chocolate. Lo calentamos al baño maría hasta que funda. Lo dejamos atemperar un poco, sin que se enfríe, y lo añadimos, poco a poco, al cuenco donde tenemos la mezcla de  huevos y azúcar. Mezclamos hasta obtener una pasta uniforme.
  5. Precalentamos el horno a 170ºC. Antes de calentarlo, debemos meter una fuente grande para horno con agua, con dos o tres dedos de agua será suficiente.
  6. Incorporamos al cuenco la leche. Mezclamos.
  7. Repartimos el contenido del cuenco entre los moldes donde habíamos puesto el caramelo.
  8. Colocamos los moldes dentro de la bandeja con agua que tenemos en el horno. Horneamos, al baño María, durante, aproximadamente, 45 minutos o hasta que los flanes cuajen. Para comprobar que están cuajados pinchamos con un cuchillo en el flan; si al retirarlo no se observan restos de masa el flan está cuajado. Dejamos dejar enfriar antes de sacar los flanes de los moldes. Incluso, los podemos dejar en los moldes hasta que los vayamos a comer. Simplemente tapamos los moldes con film de cocina y los metemos en la nevera una vez fríos. 

ANOTACIONES Y CONSEJOS

Cuando preparemos el caramelo, llevaremos cuidado durante el momento en el que añadamos el agua hirviendo, ya que el vapor que se libera puede provocar quemaduras. Si cuando se enfríe el caramelo, ha quedado demasiado duro, lo volvemos a calentar y añadimos un poco más de agua.

Si, por el contrario, quedase demasiado líquido, lo calentamos de nuevo y lo cocemos unos pocos minutos más, hasta que espese. Si os sobra caramelo, lo podéis guardar en la nevera, donde se conservará, en perfecto estado, durante mucho tiempo. 

 

 

 

 

  

Pollo al chilindrón


El pollo al chilindrón es un plato muy típico del norte de España. Es muy típico también realizarlo con cordero en vez de pollo, pero la carne se puede adaptar a cada gusto. Es un plato muy común, típico y que además esta riquísimo y se puede elaborar de una manera sencilla desde casa, y se obtiene un resultado exquisito y que podrán degustar cualquier persona de la familia.

Puedes ver otros platos realizado con pollo en nuestra web, como por ejemplo el pollo a la sidra con champiñones y patatas a lo pobre.


INGREDIENTES [Para 4 personas]:


  • Pollo troceado - 1 kilogramo
  • Cebolla - 1
  • Pimiento rojo - 1
  • Pimiento verde - 1
  • Tomate maduro pelado - 4
  • Dientes de ajo - 3
  • Hoja laurel - 1
  • Vino blanco - 10 mililitros
  • Jamón curado
  • Aceite
  • Sal


ELABORACIÓN DE POLLO AL CHILINDRÓN


01. El primer paso es cocer una cacerola y cubrirla con mucho aceite. Lo calentamos bastante y entonces añadimos los trozos de pollo, ya que lo primero que queremos conseguir es que se doren . Hay que estar pendientes de ir dándole la vuelta.

02. Cuando estén todos dorados, los sacaremos de la cazuela y dejamos enfriar un poco el aceite.
Una vez se haya enfriado un poquito, echaremos la cebolla, los pimientos, la hoja de laurel  y los dientes de ajo. Además sazonamos todas estos ingredientes y los mantenemos a fuego lento hasta que se empiecen a ablandar.

03. Una vez se hayan ablandado y la cebolla esté casi transparente, es el momento de añadir los trozos de pollo nuevamente y además, los tomates previamente pelados y troceados.
04. Los tomates, en ese momento echarán bastante agua debido a su composición. Es esa agua, junto con el vino blanco que también debemos echar en ese momento, que ayudarán a la cocción del pollo.
05. Esta cocción se lleva a cabo con la cazuela tapada y lo mantendremos en esa posición durante una hora aproximadamente. Con un fuego lento-bajo, ya que de esta forma el pollo se separará del hueso y nos quedará una carne muy tierna y blandita, ideal para comer.
06. Mientras tenemos el pollo y los demás ingredientes cocinándose lentamente podemos empezar a preparar el jamón crujiente. Para ello ponemos el jamón entre papel encerado o papel de horno y con un plato abajo y otro arriba. Entonces. de esa forma lo metemos en el microondas a máxima potencia durante unos 3 minutos, hasta conseguir que quede como frito y muy crujiente.
07. Cuando nuestro pollo ya está muy blandito y la salsa con una textura ideal, es el momento de apartarlo del fuego. Y es en ese momento cuando también, partimos el jamón y lo esparcimos encima de nuestro pollo a modo de decoración pero otorgando también un toque de sabor especial.
Ya solo queda servirlo y disfrutar de un delicioso pollo al chilindrón.


ANOTACIONES Y CONSEJOS


Hay que cocinarlo tapado de esa forma para que pierda un poquito de vapor y la salsa adquiera una textura más espesa

El jamón se puede echar en diferentes partes del proceso, al principio o al final, depende de cómo se quiera cocinar.

    Gratinado De Calabaza Y Queso


Ingredientes:

  • 800gr de calabaza
  • 1 ramillete de cebollin
  • 30gr de mantquilla
  • 100 gr de gouda con cominos
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • sal y pimienta       
Procedimiento:

Pelar y trocear la calabaza, y cocerla en agua hirviendo con sal durante 20 minutos.
Mezclar la motad del cebollin picado con la mantequilla, extender esta mezcla sobre el fondo y los bordes de una fueste de horno.
Aplastar la calabaza con un tenedor y verter este pure en la fuente y salpimentar.
Cubrir con el gouda rallado y espolvorear con el resto del cebollin.
Regar con aceite de oliva y gratinar en el horno a 180º c x 10 minutos

Espero y les agrade esta receta que nos envio el amigo Jose Carlos


Bienvenidos!!

                                                        Bienvenidos!!!
En este blog encontraran recetas y algunos consejos de cocina que esperamos les sean utiles